Una vida sobre los esquís - Te presentamos a Vivian Bruchez

Originario de Chamonix, presente en su día a día y en su visión de la montaña, Vivian Bruchez es un esquiador fuera de lo común. Para él, la pasión se expresa en las pendientes más verticales de las caras del macizo del Mont Blanc. Pero esta pasión solo tiene valor si se comparte, ya sea con sus amigos riders o en su trabajo de guía y formador. Mira qué más nos cuenta aquí...

Nací y crecí en Chamonix (Francia), donde aprendí a esquiar con 3 años. La verticalidad de las cimas que me rodeaban ha dado forma a mi manera de entender el esquí. Mis padres, mi hermana y mi hermano son monitores de esquí. El esquí ha formado parte de mi vida desde siempre. Hice mi primer descenso de los Grands Montets con 4 años.

Después, hice competición de esquí alpino y de ski-cross y freeride, aunque enseguida me llamó la atención el esquí en fuertes pendientes. Para mí, es el equilibrio perfecto entre esquí y alpinismo. Al preparar la lista de recorridos para convertirme en guía de alta montaña, decidí esquiar en los itinerarios en los que escalaba. Con 19 años, mientras esquiaba solo en la vía Mallory-Porter, en la cara norte de la Aiguille du Midi, me sentí en mi lugar, en mi elemento. Por eso, no es de extrañar que acabara centrándome en esta actividad.

En paralelo, era entrenador de esquí alpino en el club deportivo de Argentière. Me encantaba transmitir mi pasión y guiar a los jóvenes talentos del valle. Al mismo tiempo, entré en la Compagnie des Guides de Chamonix (asociación de guías de Chamonix). Tras recorrer los grandes itinerarios «clásicos» del macizo del Mont Blanc con mis amigos, la apertura de nuevos itinerarios comenzó a interesarme. Conocer a otras figuras de la montaña como Kilian Jornet despertó mi lado creativo.

Seguir tu camino para encontrarte en la vida

He esquiado mucho con gente del snowboard, como por ejemplo Jonathan Charlet, conocido como «Douds» y su manera de entender la montaña ha sido una inspiración para mí. Tuve la suerte de poder compartir alguna escapada con Pierre Tardivel y representar en imágenes mi pasión en mi primera película «T'es pas bien là», dirigida por Sébastien Montaz-Rosset.

En 2018 esquié con Paul Bonhomme el Nant-Blanc, en l'Aiguille Verte, y atravesé el macizo del Mont Blanc por las pendientes empinadas con Mathéo Jacquemoud. Lo cuento en mi segunda película «Entre les lignes», dirigida por Yucca films. Ese mismo año entré en la ENSA (Escuela Nacional de Esquí y Alpinismo), donde intervengo como profesor de monitores de esquí en las formaciones de fuera de pista. En 2019, el periódico francés l'Equipe nos dio carta blanca para un proyecto en torno a 6 cimas emblemáticas de los Alpes en el que narrábamos la aventura desde su plataforma «Printemps suspendu». En 2021, fui a esquiar en el Obergabelhorn, el «Diamante de los Alpes», la montaña que dibujaba cuando era pequeño. Esta vez, salí de mi casa en bicicleta con Mathieu Navillod y Sébastien Montaz-Rosset. Esta aventura me hizo descubrir nuevas motivaciones que enriquecieron mi visión actual y me motivaron para seguir esquiando. Desde hace 4 años, comparto muchos días de montaña con Tom Lafaille. Es una historia de cordada increíble. Hoy soy padre de dos niñas y con el apoyo de mi pareja intento encontrar el equilibrio entre mi vida familiar, mi pasión y cómo transmitirla.