Cinco experiencias únicas para vivir aventuras insólitas

Ofrecemos cinco experiencias únicas alrededor del mundo a todos los amantes de la naturaleza y de los cambios de aires, para que sueñen y viajen en un rato de lectura.

Trekking al pie del Fitz Roy en la Patagonia (Argentina)

Una de las maravillas de la Patagonia es el Fitz Roy, cima célebre por su dificultad de ascensión que supone un desafío para los alpinistas llegados de todo el mundo. Para los excursionistas, es un trekking de dos días que permite llegar al lago que lo bordea. El camino serpenteante a lo largo de la pared nos ofrece una vista panorámica del pueblo de El Chalten y su valle y de los bosques y llanuras coloridas, hasta el pie del Fitz Roy y de la Laguna de los Tres. La cima se eleva majestuosamente desde ese punto, ataviada con su glaciar que desciende hasta nosotros. La fascinación no cesa gracias a las luces cálidas del crepúsculo sobre el glaciar, las noches sembradas de estrellas, el sol saliendo sobre el Fitz Roy y el regreso entre lagos y glaciares.

Vivac a orillas de una playa perdida en el norte de Nueva Zelanda

Pese a ser un destino de moda, Nueva Zelanda no deja de ser una joya salvaje de la naturaleza. Basta con alejarse un poco para descubrir una belleza en bruto en la cual la fuerza de los elementos está omnipresente. En solo unos días de trekking, el sentimiento de cambio de aires es similar al de un largo viaje. La variedad de paisajes es impresionante: en dos días, puedes recorrer prados verdes repletos de carneros, atravesar dunas de arena, adentrarte en un bosque de bambú atípico, sentirte como un astronauta en un desierto seco y desolado... y después llegar a una playa inmensa, natural y salvaje. Solo en el mundo, instalas un campamento para pasar la noche y poder disfrutar de esta inmersión en una naturaleza que supera cualquier expectativa. A lo lejos, puedes observar delfines y su baile acuático.

Pasear en canoa por la bahía de Halong (Vietnam)

Descubrir Vietnam es dejarse sorprender. Una de las joyas de ese país es la famosa bahía de Halong: en ella, miles de islas e islotes albergan bosques tropicales propicios a una fauna y flora con una diversidad excepcional. Aquí puedes hacer excursiones, observar, escalar, bañarte y desplazarte de isla en isla deslizándote en canoa por aguas turquesas. Una excursión que quedará grabada en tu memoria.

Admirar la puesta de sol en el Salar de Uyuni (Bolivia)

El célebre Salar de Uyuni es un desierto de sal situado en el Altiplano, llanura boliviana a más de 4000 m de altitud. Al terminar la estación lluviosa queda una capa de agua en una parte del desierto. El cielo se refleja perfectamente en ella, ofreciendo una magnífica y simétrica puesta de sol. Asistimos a un espectáculo que deja sin aliento. El Salar, aunque es muy turístico, no ha perdido su naturaleza salvaje e inhóspita y, por ello, es importante ir acompañado por un profesional de confianza. Esta extensión salada es lo que queda de un inmenso lago salado, heredado del periodo en el que el océano estaba presente y cuyas aguas se escaparon poco a poco hacia el océano Pacífico a través de Chile. ¡Una experiencia inédita!

Observar los manglares de Senegal en barco

Por la mañana temprano, pululan multitud de habitantes en los manglares, conjunto de árboles y arbustos que echan raíces directamente en el agua: se trata de miles de aves de todos los tamaños y colores que han establecido allí su domicilio. Situados en regiones litorales de aguas poco profundas, los manglares son un ecosistema de marismas. Nos dejamos llevar por la embarcación, que se desliza sobre el agua a lo largo de esta vegetación insólita, con los ojos bien abiertos... y los oídos.