Expedición a la República Dominicana: cuevas de ensueño

República Dominicana. Primera incursión para los Hommes des Cavernes en este país con miles de cuevas. Después de haber dedicado horas a los mapas y a la lectura de informes de los exploradores anteriores, despegamos desde Francia llenos de sueños. Y ¿quiénes somos? Jeff, Jean-Louis, Rémi y Olivier. En la República Dominicana nos esperaban Phillip, Benjamin, Angel y Rosie, nuestros anfitriones de la DRSS, la sociedad dominicana de espeleología.

Cueva de Tubagua

Guiados por la gente local, exploramos la Cueva de Tubagua durante 5 días. La topografía calculada por Jean-Louis Galéra y yo mismo nos anunciaba más de 2,5 km. Nos quedaron todavía muchos inicios de galerías que no pudimos terminar. Habría que volver. La cueva es excepcional por la dimensión de sus pasajes -hasta 40 m de altura-, la diversidad de los paisajes, sus enormes gours y su colonia de más de 100.000 murciélagos.

Cueva Tri Nicola

Salida hacia Pedernales, en la costa sur de la isla, en la frontera con Haití. En la Cueva Tri Nicola (que ya había sido explorada, pero entonces no lo sabíamos), observamos que las estalagmitas estaban grabadas (símbolos clásicos del pueblo taíno que ocupó la isla antes de la llegada de Cristóbal Colón).

¿Quién dijo Indiana Jones?

Uno de los objetivos de la expedición era descender una sima que habíamos localizado por Google Earth, que aparecía como un orificio negro en las imágenes por satélite.
Tuvimos que batallar 4 días. 4 días para crear un camino a través de una vegetación constituida por una selva de cactus y de lianas enredadas. 4 días de marcha por hojas de cuchilla calcáreas. 4 días de sufrir las picadas de mosquitos devorándonos, que formaban una nube compacta alrededor de cada uno de nosotros.

90m de profundidad

4 días para finalmente poder entrar en esta sima de 90 m de profundidad y 25 m de diámetro. Dimos la vuelta con atención, pero el fondo estaba obstruido. Hubiese podido no estarlo. ¡Esta es la suerte de la exploración!

Equipé los pozos con dos anclajes temporales PULSE, muy prácticos. La cuerda colgaba en el vacío total, 60 m por encima de la cima del cono de piedras desprendidas. Es mágico. ¿Un gusto descender? Sí, si no oyes un zumbido inquietante que asciende. En todo el perímetro de la sima, en los desplomes, había enganchadas varias colmenas de abejas gigantes. Gigantes, quiere decir que las secciones de cera paralelas colgaban más de un metro de altura. Evitaríamos las abejas, pero Rémi se llevó 18 picadas de avispa. 

Para más información

Podría continuar contando todavía muchas historias durante horas sobre otras exploraciones: de la Cueva del Peñón de Veragua, con sus boas cavernícolas y su murciélagos zumbadores, de la cueva Asfalto  y Escalera, de las cuevas subacuáticas etéreas exploradas por Phillip y Angel, viudas negras lanzadoras de pelo, cactus saltarines, una estalagmita de 18 metros o los baños de guano… Así que síguenos en la DRSS y Hommes des Cavernes en Facebook donde vamos a ir colgando anécdotas y fotografías.

Textos: Olivier Testa
Fotografía: Rémi Flament

Esta expedición, del 20 de noviembre al 10 de diciembre del 2017, fue organizada conjuntamente por la Dominican Republic Speleological Society y la Asociation Hommes des Cavernes, patrocinadas por la Federación Francesa de Espeleología.

Participantes:
Jean-François Fabriol
Rémi Flament
Jean-Louis Galéra
Olivier Testa (jefe de expedición)
Angel Compres
Phillip Lehman
Benjamin Forde
Rosie Pitibù