Revisión de EPI: ¿qué es y cómo se hace?

Revisión de EPI: ¿le dedicamos el tiempo necesario? Es verdad que debes tener otras cosas que hacer, pero con la temporada de escalada en rocódromo toca hacer una limpieza de invierno y es una buena ocasión para poner orden y comprobar el estado de tu equipo. Y es que la mayoría de los elementos de protección del escalador (casco, arnés, mosquetones, cuerda...) son equipos de protección individual (EPI). Es decir, que esos equipos contribuyen a protegerte contra riesgos que podrían suponer una amenaza para tu seguridad. Y todo buen escalador es responsable y conoce bien su material. Por eso, te damos algunos consejos para que puedas revisarlos con alegría y buen humor.

El código laboral francés impone la inspección obligatoria de los EPI. Como nos importas mucho y tu seguridad también, te proponemos la información esencial y algunos consejos para adoptar los reflejos adecuados.

Ya que dispones de EPI, debes saber que gestionarlos y verificar su estado y funcionamiento es indispensable. Y para ello, hay dos tipos de control:

• un control antes de cada utilización y

• un control en profundidad que Petzl recomienda efectuar como mínimo cada 12 meses (salvo suceso excepcional)

La inspección del material antes de cada utilización es algo evidente, pero es tan importante que nos gusta repetirlo:

Los equipos de protección individual (EPI) pueden deteriorarse, degradarse, mancharse y también desgastarse, en función de la intensidad y las condiciones de uso y del entorno. Por eso, antes de cada utilización, hay que realizar una inspección visual y funcional. Al inspeccionar con frecuencia el estado visual de tu equipo y su eficacia podrás detectar un desgaste y así anticipar el riesgo de accidente.

La inspección se realiza antes de cada utilización siguiendo las prescripciones indicadas en las instrucciones de uso que encontrarás en todas las páginas de producto en petzl.com

Lo que llamamos control en profundidad es una inspección completa y detallada de tu material que realiza una persona competente, como mínimo cada 12 meses o tras un suceso excepcional que pueda alterar la fiabilidad del material.

Además de los controles antes de cada utilización, es importante que un inspector competente realice una revisión en profundidad de tus EPI al menos cada 12 meses. Esta revisión es un complemento de los controles que realizas antes de utilizar los equipos.

Algunos casos de desgaste son muy corrientes, ya que ciertas zonas del material se desgastan más rápido que otras según el uso. El caso más conocido es, sin duda, el de los puntos de encordamiento de los arneses. También sabemos que a fuerza de caer con una cuerda los extremos terminan por sufrir el efecto «calcetín». Además, los mosquetones y cintas exprés se desgastan al trabajar en los puntos de paso de la cuerda. Por eso es importante que efectúes inspecciones y controles el material, para decidir si los EPI pueden repararse/vigilarse o deben darse de baja.

Te mostramos algunos ejemplos de desgaste bastante frecuentes que conllevan acciones de mantenimiento/vigilancia o que suponen darlos de baja:  

Aunque son frecuentes, estos ejemplos no son los únicos. Por eso puedes consultar en petzl.com el procedimiento oficial de inspección y una ficha de seguimiento del EPI para todos nuestros productos. Estos documentos te facilitarán la tarea (un poco laboriosa, hay que reconocerlo) y te permitirán no olvidar nada.

El procedimiento oficial de revisión de los EPI indica las instrucciones y los pasos a seguir para inspeccionar cada producto y la ficha de seguimiento de EPI permite revisar cada etapa del procedimiento gracias a 5 estados posibles del producto: 

• buan estado 
• estado a vigilar
• acción a efectuar
• no utilizar, desechar
• no aplicable

Para conservar un historial y una trazabilidad, es conveniente registrar las inspecciones de EPI que realices en lo que llamamos un registro de seguridad. Crea un carpeta en tu ordenador para encontrar con facilidad el historial de tus equipos o hazlo en papel si lo deseas (para los puristas, pero no es muy ecológico).

Dar de baja el material es un momento que todos tememos, pero conocerlo es crucial.

Aunque nos encantaría que no fuera así, algunos de nuestros productos no son eternos y tienen una vida útil limitada. Para los productos plásticos y textiles, la vida útil máxima es de 10 años a partir de la fecha de fabricación. Atención: la fecha de fabricación no corresponde a la de compra. Puedes encontrarla mediante el número de serie de tu EPI, como te mostramos en el siguiente enlace:

Como se puede saber la edad de mi equipo petzl de tipo EPI ?

Los productos metálicos, en cambio, no tienen una vida útil limitada. No obstante, como hemos indicado más arriba, un suceso excepcional puede llevarte a dar de baja un producto después de una sola utilización. Esto puede estar relacionado con el tipo y la intensidad de utilización, o con el entorno de utilización: ambientes agresivos, aristas cortantes, temperaturas extremas, productos químicos.

Si deseas más información acerca de la vida útil de los equipos, te invitamos a ver el siguiente vídeo:

CÓMO PETZL GUÍA A SUS USUARIOS EN EL MANTENIMIENTO DE SUS EPI

Es muy importante realizar un buen mantenimiento del material para prolongar lo máximo posible su vida útil. Pero cuando debas dar de baja uno de tus EPI, también es importante que sigas algunas reglas. Por seguridad, el EPI debe quedar inutilizado antes de darlo de baja. Se trata, por ejemplo, de cortar la cinta del barboquejo de un casco, o el puente de unión de un arnés. Después, es primordial introducir el producto en el contenedor de separación adecuado según los materiales que lo componen (textil, parte metálica, plástico...). Para más información, te invitamos a leer nuestro documento acerca de cómo desechar el material.

Para resumir, los equipos de protección individual (EPI) nos permiten practicar actividades outdoor de la manera más segura posible. Lógicamente, cada uno de nosotros debemos ser conscientes y responsables e inspeccionar y controlar nuestro material. Ya sea un control rutinario antes de cada utilización, un control en profundidad cada 12 meses o tras un suceso excepcional, cada revisión y seguimiento del material es esencial para garantizar la seguridad. Dedícales tiempo y gana en tranquilidad.