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Rescates peligrosos: formación GRIMP

Las unidades del GRIMP (Grupo de Reconocimiento e Intervención en Medios Peligrosos) son poco conocidos por el gran público. Unidades constituidas por bomberos de élite, su vocación es el rescate en los sectores de accesos difíciles. Su terreno: paredes, barrancos, simas, estructuras en altura, ya sean industriales o urbanas. En total, ¡más de 5.000 intervenciones sobre todo el territorio francés durante el 2015!

14 Noviembre 2016

Rescates técnicos

LafoucheEvacuación de un alpinista en el cabo Canaille (Bouches-du-Rhône, Francia).

Ejercicios de entrenamiento

Como en todos los organismos de rescate, la palabra clave de los GRIMP es eficacia. Cuando las vidas están en juego, las actuaciones en las intervenciones deben estar perfectamente coordinadadas. La formación, el entrenamiento y la simulación sobre el terreno constituyen una parte importante de su actividad. Así lo hacen las dos unidades que vamos a seguir en sus prácticas: el GRIMP 13 de Bouches du Rhône y el GRIMP 83 de Var. Si la regla general es como mínimo practicar una vez al mes, para ellos la norma es más bien una a la semana. El resultado final se evalúa con exámenes calificatorios para convertirse en miembro operativo o jefe de equipo. 
Para estos ejercicios, el comandante Roland Mijo de la École d’Application de la Sécurité Civile (EASC) y consejero técnico de la zona Sur escogió dos tipos de entrenamientos con características muy diferentes: la evacuación de un herido desde una grúa en unas obras de construcción para el GRIMP 83 y la de un alpinista en una pared para el GRIMP 13. Cada equipo está compuesto de cuatro miembros y de un jefe de equipo. La intervención también será acompañada por un equipo de rescate médico, tipo SAMUR, para hacerse cargo de la víctima desde el punto de vista médico.

LafoucheIntervención de rescate en una grúa

La evacuación de un operador de grúa

Al llegar donde se encuentra la grúa, el jefe de equipo se informa sobre la situación. Su rol consiste en organizar el rescate, desplegar a su equipo y velar por la seguridad de todos los participantes y la del herido. Una vez efectuada la primera tarea de localización, puede proceder, a pie de grúa, a una reunión informativa con su personal: ¿cuáles son los desafíos del rescate, las dificultades y los riegos relacionados? El objetivo del día: evacuar al operador de grúa herido en su cabina. Se tendrá que contemplar si podrá ser evacuado directamente por la estructura de la grúa o si será necesaria otra configuración.
Para decidir la maniobra exacta, se envía un equipo de dos a lo alto de la grúa, con material, al lado del herido. Diagnóstico: como el estado del accidentado es relativamente grave y la parte inferior de la grúa está ocupada por un montón de chatarra, no se le descenderá por la estructura: los dos hombres en colaboración con el equipo médico y el jefe del equipo recomiendan la evacuación en camilla mediante una tirolina hasta la ambulancia.  La evacuación se realizará con la camilla en posición oblicua. Para los casos más graves, la camilla se coloca horizontalmente. Una vez se da luz verde, los compañeros de arriba instalan los anclajes y despliegan las cuerdas, que serán fijadas en la parte inferior por dos hombres desde el suelo. Después de la instalación del sistema, viene la colocación de la víctima en la camilla. Una fase que puede durar hasta treinta minutos según el estado y la configuración de los lugares. Cuando todo está listo, la evacuación propiamente dicha empieza. La camilla desciende mediante la tirolina hacia la ambulancia.

El comandante Roland Mijo precisa: “Aparte de la preparación, para este tipo de rescate, en esta situación bastante clásica en la que el equipo médico se queda abajo, todo debe estar listo entre 30 y 45 minutos. Pero hay entornos mucho más complicados y a veces hay que hacer llegar al equipo médico hasta el herido, equipo que puede estar formado en medios verticales… ¡o no!”

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Rescate de un alpinista en una pared

Después del entorno industrial, nos dirigimos hacia las paredes del cabo Canaille, por encima del mar, entre Cassis y la Ciotat. El equipo del GRIMP 13 debe socorrer a un alpinista, herido y bloqueado en una reunión, unos treinta metros bajo el inicio de la vía. Un tipo de rescate que se puede poner en marcha cuando una evacuación mediante helicóptero (98% de las intervenciones), por diversas razones (no hay helicóptero disponible, demasiado viento), no es posible. Como en el primer rescate, el jefe de equipo desciende para valorar la situación en rápel hasta el herido. Se decide llevar a cabo una evacuación tipo «rescate en una pared». El sistema se instala con un trípode de rescate que permite un ascenso de la camilla, sin rozamientos ni aplastamiento del socorrista contra la roca. Dos hombres descienden para colocar al herido en la camilla que, a continuación, es elevada por los compañeros de arriba. Los dos socorristas ascenderán de nuevo por cuerda fija o mediante el trípode.

Lafouche

¡El material siempre listo!

Para cada uno de los dos ejercicios, los equipos se desplazaron con el camión de intervención. Todo el material necesario para las diferentes intervenciones se encuentra allí dentro, listo para ser utilizado: cuerdas, diferentes cabestrantes, anclajes, camilla, poleas… para ganar tiempo, cada socorrista monta en el camión ya equipado con su casco, su material individual y por supuesto su arnés. En este caso, un arnés FALCON, idóneo para responder a diferentes situaciones de rescate y eventualmente acompañado de un torso TOP CROLL para el ascenso por cuerda.

Finalmente, estas situaciones de rescate pueden parecer clásicas para estos especialistas de medios peligrosos, pero su buen desarrollo exige un perfecto dominio de las técnicas, conocimiento del material, del trabajo en equipo y continua repetición de movimientos. Es la razón por la que estos ejercicios son indispensables cuando hay vidas en juego.

Lafouche

Agradecemos al Comandante Roland Mijo, de la École d’Application de la Sécurité Civile à Valabre, su ayuda.

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