Urban Climbing nocturno

Desde siempre los escaladores se han sentido atraídos por las estructuras y edificios urbanos para satisfacer sus impulsos escaladores. En la época anterior a los rocódromos, las paredes de granito de Quaix du Rhône, en Lyon, así como los ladrillos de los muelles del Garona en Toulouse eran frecuentados diariamente para prepararse para el rendimiento físico de los fines de semana. De vez en cuando algunos escaladores aprovechaban la noche para concederse a escondidas algunos pasos en los monumentos de la ciudad.

Si actualmente los innumerables rocódromos sirven para entrenarse, ¿por qué entonces todavía hay escaladores que se interesan en los monumentos, esculturas y otras estatuas de las ciudades? Para saberlo le hemos planteado la pregunta a Loïc Gaidioz, así como al fotógrafo Marc Daviet, que hacen regularmente excursiones de escalada urbana tanto de día como de noche.

Loïc ¿de dónde viene tu atracción por la escalada urbana?

Cuando te gusta escalar, es casi natural querer escalar en todas partes. Así, después de haber escalado en roca, en rocódromos, en un árbol, una grúa u otros delirios varios, es en la ciudad donde se encuentran los próximos desafíos. Ciudades ricas en arquitectura como Ginebra, por ejemplo, se parecen bastante al bloque natural, vas a encontrarte con muchas texturas diferentes (hormigón, vidrio, ladrillo, hierro, madera...)  que tendrás que intentar dominar como en roca (calcáreo, gres, granito…). Y luego pasearse por la ciudad con una colchoneta a la espalda para buscar líneas, hablar con los transeúntes, escalar con el ruido de los coches… pues todo esto. ¡Hay que vivirlo para darse cuenta de la «magia» del momento!

¿Desde cuándo practicas el urban climbing o street climbing?

Siempre hemos ido probando la escalada en la ciudad, ¡pero es desde la gran motivación de Morgan Boissenot que todo se disparó hace 5 años! No puedo decir cuántos kilómetros ha recorrido su patinete y su bicicleta para encontrar todos los lugares, ¡pero realmente ha pasado mucho tiempo! Es casi el autor de todos los sitios de escalada urbana en Ginebra.

¿Cómo gestionas el compromiso, la seguridad y el aspecto legal?

Hay que tener un mínimo de experiencia para lanzarse con esta práctica. Hay que saber valorar el riesgo, ya que aunque es difícil engancharse a una piedra, colgarse de una estructura que no se aguanta ¡no es menos difícil! Y si se escala en la ciudad, está claro que no somos unos gamberros, hay que respetar las estructuras, los monumentos y otras cosas que se han construido. Si respetamos, no nos escondemos, explicamos nuestra práctica, limpiamos antes de irnos, todo va bien, ¡incluso con la policía que a veces se queda cerca de nosotros algunos minutos mirándonos lo que hacemos! Hay que prestar atención a los edificios privados en que la responsabilidad de nuestros actos repercute en el propietario.
Recomendamos pedir autorización. En comparación con el skate por ejemplo que deja parafina, raya y estropea las estructuras, después de nuestro paso, no dejamos ningún rastro.

Y luego, algo que no es fácil, es encontrar verdaderos pasos de bloque, porque en sí todo se escala. Nuestro objetivo con el equipo, cuando hacemos street, no es encontrar una simple parte inferior de un puente de hierro o un ángulo de un castillo tonto con piedras apiladas una sobre otra, sino una línea real que nos guíe a movimientos obligatorios. Esto para nosotros es un gustazo, una victoria y es el auténtico street bloc comparado con el "simple" street climbing que se suele ver, ¡que también es un súper viaje!

¿Por qué por la noche?

¡Para hacer fotografías para los frontales de Petzl! ;)La verdad es que no acostumbramos a escalar sólo de noche, escalamos más de día.

Pero por la noche, yes, mola más, sin esconderse pero donde las sensaciones son completamente diferentes. ¡"La sensación del vacío" casi desaparece! Las estructura y, esculturas toman una dimensión gigantesca con las sombras y la luz. En cuanto al rendimiento físico, muchas veces hay que adaptar los movimientos, la mirada y ser consciente del tiempo de caída ¡para prever la llegada a la colchoneta! La visión de las presas cambia completamente, todo parece más grande, pero sólo lo "parece". :)

Luego, en cuanto a la parte artística, sin hablar de hacer simplemente una fotografía, pero la comunicación con un fotógrafo como Marc con el que me hago fotos desde hace mucho tiempo son lo más. Conozco su estilo, él conoce el mío, y los dos somos igual de pesados para conseguir un resultado que nos guste. Hay fotos de acción, fotos simples donde el escalador hace alguna pose y hay fotos complicadas de hacer. En este último caso, la comunicación con el fotógrafo es primordial. Y ahí, escalar de noche hace un estupendo giro y pasamos de la simple escalada y de la simple fotografía de día. La experiencia en cada dominio es casi obligatoria y es genial poder hacer descubrir este ambiente a los que les gustaría conocerlo.

Marc, ¿cómo se te ocurrió hacer fotografías de urban climbing?

Fue una época en la que iba a hacer bloque con Loïc. Él empezó a recorrer la ciudad en busca de líneas con colegas de Structure en Ginebra. Unirme a él para hacer fotografías fue algo natural. La fotografía de urban climbing me encantó desde el primer momento. No era la primera vez que hacía street photography, pero en vez de fotografiar a los transeúntes, fotografiaba a los escaladores. Creo que si Henri Cartier-Bresson hubiera tenido a Loïc cerca, seguro que se lo hubiera pasado genial…

¿Cuál es para ti una buena fotografía de urban climbing?

En primer lugar, pienso que una fotografía de urban climbing debe mostrar la línea que se está escalando. Es la que motiva a los escaladores, por eso quiero destacarla. Debe ser significativa, reveladora y, por supuesto, gráfica. Las fotografías de skate de Fred Mortgane son el mejor ejemplo. Hacer una fotografía con teleobjetivo en primer plano de un escalador que mete tres tornillos, no tiene mucho interés. La arquitectura está repleta de construcciones interesantes.
Después está la luz, como siempre en fotografía, debe aportar algo. Es la luz la que va a vestir la fotografía con un contraluz, un reflejo, un contraste, etc...

Es un poco por esta razón que con Loïc empezamos a hacer imágenes de noche. La penumbra atenúa el fondo y los flashes destacan la línea.
Y para acabar, se requiere un verdadero movimiento de escalada que dinamice la imagen con una bonita construcción de la imagen. En todo caso, es así como yo siento que debe ser.

Nos hablas de fotografías nocturnas, ¿esto seguro que implica dificultades concretas para el fotógrafo?

Sí, efectivamente, las fotografías de noche no son las más fácil de captar. Para empezar hay que realizar una localización seria (cuando se puede) y si es posible de noche, ya que las luces ambientales son difíciles de identificar durante el día. Un cartel puede, por ejemplo, meterse en un fondo. A continuación, hay que colocar los flashes de la mejor forma, lo que no es siempre fácil. Personalmente, prefiero cuando no se ven mucho, en algunos casos no siempre es evidente, pero forma parte de los desafíos. También hay que ser discreto con las fuerzas del orden. No siempre comprenden lo que estamos haciendo con nuestros flashes en plena noche. Bueno, en general, todo va bien después de algunas explicaciones. Siempre estamos muy atentos a no dañar ninguna de las estructuras donde escalamos.

¿Tienes algún proyecto en mente?

Ah sí, siempre en busca de "La Línea". La que me hará vibrar y se impondrá delante del objetivo. No sé, ¿puede que sea cerca de Nueva York?