Buenas prácticas para asegurar a un escalador de primero

En el rocódromo o en pared, los pies de vía son un lugar distendido en donde se bromea mientras se anima a los compañeros. Más arriba, los escaladores se concentran en la escalada, disfrutando pero también intentando mejorar su rendimiento, confiando en su asegurador. El buen ambiente no debe hacer olvidar que el comportamiento del asegurador es esencial para la seguridad del escalador, sea cual sea el producto escogido: ningún aparato reemplaza a un buen asegurador. Te recordamos aquí algunos gestos indispensables que hay que dominar para asegurar bien y, por tanto, escalar bien.

Elección del material para escalar en rocódromo

No se necesita mucho para escalar y asegurar en un rocódromo, al revés, cuanto menos material mejor para una sesión de escalada confortable. Un arnés ligero, pies de gato, un aparato para asegurar y una cuerda simple son suficientes. Normalmente, no necesitaremos un elemento de amarre para las reuniones en lo alto de la vía.

Respecto a la cuerda, sencillamente hay que asegurarse de disponer de la longitud mínima necesaria, sabiendo que una cuerda demasiado larga será engorrosa de manipular. Por supuesto, habrá que comprobar que el diámetro de la cuerda sea compatible con el aparato de aseguramiento utilizado. 

Tan sólo quedará añadir el toque de estilo personal combinando (o no) los colores de los pies de gato con los del arnés, camiseta y… ¿por qué no? también con el casco.

Para escalar deportiva en pared, la elección del material puede ser un poco más compleja en deportiva en pared, según la altura y el equipamiento de las vías.

Contenido de una mochila para escalar en rocódromo.

Un buen asegurador debe implicarse en la seguridad del escalador. Aquí te recordamos algunos gestos indispensables, válidos sea cual sea el material.

1. Realizar un Partner Check antes de empezar

Después de haber escogido la vía, el escalador comprueba que la longitud de la cuerda es la adecuada. También comprueba que no hay una gran diferencia de peso con su asegurador. Antes de empezar, asegurador y escalador realizan una comprobación mutua del equipo: el Partner Check.

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2. Portear la caída antes del primer punto de seguridad

El porteo permite limitar las consecuencias de una caída del escalador en los primeros metros de escalada, antes de que haya mosquetoneado el primer punto de seguridad. Portear no sirve para retener al escalador, pero permite evitar las consecuencias de una mala caída: se trata de guiar la caída para que el escalador aterrice correctamente en el lugar adecuado y no bascule hacia atrás.

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3. Gestualidad universal para utilizar correctamente un aparato para asegurar

Esta posición de las manos es válida sea cual sea el aparato utilizado: tubo, GRIGRI, REVERSO...
La mano nunca debe soltar la cuerda lado frenado.

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4. Vigilancia, anticipación y movilidad

El rol del asegurador no se limita a dar cuerda rápidamente y en el momento oportuno. Al permanecer concentrado en el escalador, el asegurador puede ver los momentos de tensión que requieren la máxima precisión y capacidad de reacción.

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5. Detener una caída

En caso de caída, sujete firmemente la cuerda lado frenado, y al mismo tiempo tire de ella hacia abajo.  Independientemente del aparato utilizado, es la acción de agarrar la cuerda lado frenado con la mano la que aumentará el rozamiento de la cuerda en el aparato, y permitirá la detención de la caída.

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6. Comunicarse después de una caída y antes del descenso

La comunicación debe permitir a los dos compañeros no verse sorprendidos por los movimientos del otro, para evitar cualquier error. No sirve de nada hacer largos discursos, es mejor haber acordado previamente los términos utilizados, por ejemplo, “ok”, “voy”, “pilla”, “empiezo”…

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7. Descolgar

Cuando el escalador está listo para descender, después de la señal acordada, se deja llevar por la cuerda y no tiene ningua forma de controlar el descenso. Toda la responsabilidad de la maniobra recae en el asegurador, que tiene la vida del escalador en sus manos.

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