Petzl Inside #1 - Crear una aventura para acceder a lo inaccesible

Todos los días, en el laboratorio de ensayos de Petzl, exploramos para crear invenciones. Pero esta vez decidimos inventar nosotros mismos una experiencia para explorar nuestros productos.

Todo empezó un mediodía, en la sede de Petzl, con una ensalada en mi plato.

Fred, delante de mí, andaba buscando cualquier excusa para salir de aventura. Yo también estaba buscando nuevas experiencias para renovarme. Él soñaba con volver al mar, yo en descubrir nuevos barrancos. ¡Así que se nos ocurrió hacer un trato! Saldríamos juntos. Vincent se apuntó sin pensarlo dos veces y saltó a bordo; así creamos el grupo de los “barranquistas de los mares, marineros de agua dulce”.

Lo importante de esta aventura sería compartir. Antes de este proyecto, ni Vincent ni yo nunca habíamos puesto los pies en un barco. Ni Vincent ni Frederic no se habían colgado nunca de una cuerda de descenso de barrancos. Por lo que creamos una aventura a nuestra medida, como podríamos descubrir juntos nuevos universos y sumergirnos más allá de lo posible.

La tripulación se embarca

8 meses antes todo esto era tan sólo una broma, pero ahora ¡partíamos de verdad!

Salimos de Toulon, en dirección a Samothraki, una isla griega del norte del mar Egeo, y nos lanzamos de pleno: 9 días de navegación y 24 h atracados en puerto. ¿El capitán nos quería convertir en auténticos marineros? En cualquier caso, vomitamos durante cuatro horas y por la noche.

Un capitán que es todo sonrisas… Antes de que no empiece a preocuparse por los kilos de material que un barranquista puede embarcar. No tenemos mucho margen para nuestra ligera embarcación excursionista 9,80.

Pudimos descubrir que la navegación es un universo muy parecido al de la montaña, pero tuvimos que revisar la terminología: desterramos las cuerdas en el barco, son cabos; y tampoco se habla de bloqueadores, sólo encontramos cornamusas.

A nuestro espíritu de diseñador le cuesta recuperarse, mirando, comparando, analizando, imaginando todas las soluciones transferibles o imaginables.

Nuestra pasión nunca se aleja de nuestro trabajo y nuestro trabajo nunca se aleja de nuestra pasión.

Vincent se dedica a contemplar. Nuestra aventura también trata de esto.

Retorno a la montaña – Ahora toca descenso de barrancos

Dejamos atrás el mar y viajamos a un mundo mineral blanco y naranja, pero el agua siempre nos acompaña, cristalina, en los saltos de agua. Los ojos bien abiertos, Fred y Vinz descubren un ambiente que ni se lo habían imaginado y, yo, jamás me cansaré de admirar la belleza de todos estos barrancos tan diferentes.

Detrás de la cámara, estoy muy emocionado de enseñarles mi pasión.

Las técnicas se asimilan rápido y podemos compartir juntos mi pasión. ¡Que oportunidad! Nuestra cordada estuvo abriendo las puertas de barrancos perdidos. Después de una aproximación de 7 h nos metimos en una falla tallada en un granito excepcional. 250 m por encima de un mar que cambiaba de tonos turquesa a azul profundo.

¡Lanzarse al vacío!

Inventar productos y abrir nuevos barrancos, son procesos muy parecidos// el paralelismo ya está todo trazado. Nos encanta descubrir y avanzar siempre más lejos.

¡Lo conseguimos!

Orgulloso de nuestro equipo, tiré la cuerda del último rápel de «barranquista de los mares, marinero de agua dulce». Regresamos con la cabeza repleta de paisajes majestuoso… e ideas para explorar.

Hemos compartido nuestros universos, nos hemos convertido en aprendices y maestros alternativamente, y lo hemos vivido juntos. Hemos crecido porque nos hemos necesitado los unos a los otros. Conseguimos alcanzar nuestro inaccesible.

Antonin Gaudillere

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