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El hielo, fugaz y sublime

Vivir su pasión por la escalada en hielo al lado de casa, ¡qué suerte! Fabian Buhl, conocido por sus logros en escalada en bloque y en grandes itinerarios, nos explica su satisfacción de haber podido escalar una cascada de hielo justo detrás de su casa, que rara vez se forma: la Seebenseefall, situada cerca del pueblo de Ehrwald, en el Tirol austríaco.

20 Enero 2020

Hielo

© 2019 PETZL Distribution -  Thomas Senf

Carpe diem, saber aprovechar las oportunidades

“Fue un súper invierno el del 2019, con buenas condiciones de hielo. Nada era diferente en los macizos de alrededor de mi casa, excepto la forma poco habitual en que el agua fluía en la Seebenseefall. La salida clásica y fácil no estaba para nada en condiciones. En cambio, una cortina de hielo se formaba a medida que el invierno avanzaba. Antes del final de la temporada, estaba en perfectas condiciones, como la estalactita en la parte izquierda de la pared. Como sólo se hiela en muy pocas ocasiones, forma parte de los fenómenos naturales más bellos del lugar.

En compañía de Alexander Huber, alpinista y escalador conocido por sus logros en condiciones extremas, habíamos escalado la vía clásica, la antigua. Decidimos volver allí para intentar la línea más directa pasando por la estalactita, demasiado tentadora para ignorarla...

Evidentemente, me gustan los diferentes estilos de escalada, del bloque a los grandes itinerarios. Pero para una línea tan inspiradora, estaba decidido a dejarlo todo. A diferencia de otras disciplinas, el hielo sólo se puede escalar durante un corto periodo del año. Algunas líneas incluso sólo son accesibles una vez cada diez años. Cuando una vía así de efímera tiene las condiciones idóneas, no te puedes despistar o te pierdes la oportunidad. El hielo no tiene piedad: está en perfectas condiciones un día y se desmorona completamente al día siguiente.

© 2019 PETZL Distribution -  Thomas Senf

El principio de la cascada de hielo ya es de por sí absurdo. El agua que cae por una pared rocosa se hiela cuando la temperatura desciende bajo cero. El escalador escala este hielo a la fuerza bruta, a diferencia de otros estilos de escalada, golpeándola con sus dos piolets y sus crampones. Los estilos en las cascadas varían de una persona a otra, pero cuando se trata de atacar estas estructuras tan frágiles, es interesante también utilizar un poco de delicadeza. En general, pienso que la escalada técnica en roca requiere mucha más finura que golpear el hielo. Además, la potencia pura y la técnica más bien brutal que se emplea para la cascada de hielo son totalmente opuestas a la precisión requerida por la roca. Pero todo lo que es diferente aporta cambio y me gusta experimentar diferentes estilos de escalada en el transcurso del año. La cascada de hielo representa una disciplina diferente y siempre me siento feliz después de una buena sesión.

© 2019 PETZL Distribution -  Thomas Senf

Escalar manteniéndose lúcido y racional

Para no perder la ocasión que se presentaba, y más motivados que nunca, decidimos volver a la cascada para subir ese trozo de hielo efímero que se forma raras veces. Habiendo hecho los largos inferiores el día anterior, avanzamos con bastante rapidez en la primera parte. El hielo, en el largo siguiente, estaba en mal estado y tuvimos que hacer una reunión en una cornisa bien protegida para poder observar mejor la estalactita.

Después de analizar y debatir, empecé a escalar escogiendo cuidadosamente el itinerario. Después de haber comprobado que la estructura soportaba bien mi peso, sólo sentía un gran placer. ¡Qué suerte haber encontrado esta variante con buen hielo! Una vez calmado, coloqué un nuevo tornillo y anticipé la continuación. La línea identificada, ya recorrida pero nunca realizada en libre, dejaba la vía clásica de la Seebenseefall para atravesar una placa antes de llegar debajo de esta increíble estalactita delicada y efímera.

© 2019 PETZL Distribution -  Thomas Senf

Una vía comprometida y magnífica

Esta parte en mixto sigue una mala fisura en la que hay que torcer las hojas de los piolets para sujetarse y esperar a que los pitones aguanten en caso de caída, para llegar a la parte superior de la cascada. Aquí, el hielo es más bien grueso y bien enganchado a la roca, lo que nos da la confianza necesaria para intentar la estalactita. El magnífico marco del anfiteatro de la Seebenseefall hace la ascensión de nuestra estalactita todavía más imponente. Su escalada es realmente aterradora. El diámetro es tan pequeño que parece que estemos abrazando la estalactita.

Después de haber pasado una segunda jornada escalando esta línea increíble, las temperaturas empezaron a ascender, sobre todo con la llegada del foehn al día siguiente. Esto hizo muy difícil, si no imposible, una nueva ascensión a esta vía, ya que la parte efímera superior ya se había desmoronado. ¡Qué suerte haber podido aprovechar el momento idóneo!

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